Eso son Steve Jobs y Joy. Dos grandes y opuestos ejemplos de superación. Por un lado, está esa madre a la que cada día le trae un nuevo problema, una bomba de relojería llena de optimismo y una fuerza innhata e inexplicable interpretada por la enorme Jennifer Lawrence. Pese a que el guión es predecible y que la presencia de Robert De Niro y Bradley Cooper pasan desapercibidas por el tremendo trabajo de Lawrence, Joy
es la prueba de que la química con este último sigue intacta tras El lado bueno de las cosas.

defina su talento en este y en cualquier papel.
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