lunes, 19 de abril de 2010

BEUTY BETTY


Tras un fin de semana perdida en el nórdico me he terminado la serie Uggly Betty, versión americana de Betty, la fea producida y en ocasiones protagonizada por Salma Hayek. A ver cómo la comento para no dar spoilers.

Cierto es que el final me ha parecido cuanto menos sugerente, sorprente y como dijo un buen amigo mío, super elegante. Han sabido darle una vuelta de tuerca a la historia y cumplir a la perfección eso de "dale al personaje lo que necesita, no lo que quiere".

Sin embargo tengo una pega: ¿por qué solo se mata y remata en condiciones la historia de los protagonistas?. Que pasa con la última ambición de Wilhelmina, el cambio de bando de Tyler, el futuro de Amanda o las relaciones de Marc?. A todo esto no se le da respuesta. Lo que quizá es aún más romántico y elegante que dársela, pues ya se sabe que la imaginación nunca supera a la ficción.

1 comentario:

  1. ¡Vaya atracón te has tenido que pegar! Desde luego la palabra es elegante. Ese final londoniano es genial y que sea tan abierto lo hace súper sugerente.
    Pero no coincido contigo con que no se cierren las demás tramas. SPOILER ¿Qué me dices de la preciosa trama-boda de Hilda y Bobby? ¿¿¿Y de la más bonita aún trama de Justin??? Amanda encuentra a su padre y va a dedicarse al estilismo, que es lo que verdaderamente le gusta (¡¡¡y lo hace bien!!!). Wilhemina se ha dado cuenta de que hay cosas más allá de lograr el poder, ha enterrado el hacha de guerra, ha empezado a portarse como una buena persona y halogrado lo que deseaba: ser editora jefe de MODE. Marc sí ha ido un poco pillado por los pelos... pero ha asumido que sí se merece una buena relación y lo va a intentar con Troy y, además, ha logrado cambiar a Wilhemina y se ha ganado un puesto reconocido en MODE. Y así todos... Tyler es el único que no aparece en el último capítulo, pero tampoco es difícil figurarse que le han contado toda la verdad y ahora está a bien con su nueva familia (y ellos con él).
    No sé... yo me quedé con la impresión de que todo terminaba atado y bien atado, pero sin forzar. Y eso me ha encantado.

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