lunes, 3 de mayo de 2010

NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO



Esta va a ser una entrada cargada de preguntas. Preguntas que solo tienen respuesta en mentes perturbadas y atormentadas.

El amor es algo que muy pocos conocen. El amor auténtico, el de verdad, el que consigue que te dé igual tener que trabajar a las 6 de la mañana si te despiertas al lado de la persona que quieres. Es algo tan poco común que todos lo deseamos, pero es tan efímero que pocos soportan la ausencia de perderlo. La soledad de querer y no ser querido.

Y por ese miedo a estar solo, por ese amor que parece que no va a desaparecer nunca, ese amor que nunca podrá sobrevivir escondido debajo de una máscara de golpes, insultos, mentiras, engaños y sufrimientos aunque la persona que lo sufre así lo espera, se aguanta que quien un día fue tu razón de vivir te ponga la mano encima.

Pero la dura realidad es que el amor no dura siempre. El amor de darse la mano y decirse te quiero todos los días no existe. Dura lo que dura en cada pareja, lo que queda luego es más auténtico. Si una pareja consigue superar esa etapa de "nos queremos por encima de todo y todos" y está dispuesta a enfrentar la realidad de "nos queremos tanto como para enfrentar juntos cualquier desgracia que venga", entonces sí hablamos de amor. Cuando no se llega a esa segunda etapa y las desgracias empiezan a separar a los amantes, y uno de ellos decide que está por encima del otro y que puede utilizarle, pegarle, engañarle, mentirle y vivir así sin que pase nada, el amor se ha acabado. Pero ella no se va a dar cuenta hasta que sea demasiado tarde en todos los sentidos.

Por eso no se puede permitir ni una torta, ni un empujón, ni un insulto. NADA, 0. Por que de ahí para adelante ya no queda amor, solo infierno.

No te quedes callada, cuéntaselo a alguien mientras puedas: 016, teléfono contra la violencia de género.

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