Si le digo que el cáncer se ha llevado a otra maravillosa persona, se le encogerá un rato el alma pero luego se le olvidará. Porque, desgraciadamente, es una noticia que se oye demasiadas veces demasiados días. Al principio siempre pensamos que “era de esperar, no estaba bien. Esto es así, así es de puta es la vida”. Pero, si cuando esa alma empequeñecida y golpeada, se empieza a reponer lentamente, nuestra mente reflexionara un poco pensaríamos “¿Esto es normal de verdad? ¿En serio la vida es así? ¡No, joder, no! Quizá la cura del cáncer esté aún lejos pero perdóneme si no me rindo al llanto y a la rabia desesperada y pienso que en España habría medios para investigar la solución a esta fulminante lacra si muchas malas personas no se dedicaran a ambicionar lo que no les corresponde.
Así que no, la vida no es así. Es como cada uno quiera vivirla y nadie tiene derecho a jugar con la existencia ajena. Ahora que en estos días en los que todo son promesas e ideas de futuro que terminarán cuando dejemos caer los santos papelitos en sus urnas, reto a quien se atreva a comprometerse con la investigación contra el cáncer. Desafío a quienes piden mi confianza a demostrar su valentía y a convertirla en realidad. En mi memoria siempre serás una majestuosa persona, llena de bondad y simpatía. ¡Hasta siempre!
Recuerda que también puedes leer mi columna en la versión on line e impresa de El Día de Zamora
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