viernes, 19 de junio de 2015

ESAS COSAS BUENAS

¿Alguna vez se han olvidado de quiénes son? Me refiero a si han perdido la perspectiva sobre las cosas buenas que los definen, que los hacen únicos, irrepetibles y que otros envidian. Me explico.

Una chica con camisa roja, pasea de cara al sol. El viento hace bailar alguno de sus mechones y piensa: "Tengo casi 30 años y no he conseguido ni la mitad de lo que se supone que me había propuesto. No soy madre, no tengo empleo estable, ni peso lo que debería. Tengo un trabajo que me apasiona aunque no me hace millonaria, una familia inmejorable y un grupo de amigos cada vez más grande. Y aún así, me gustaría ser como esas personas que viven su día a día sin dejar que el futuro les arroje a una preocupación continua. Como esa chica. Parece feliz, despreocupada. Que envidia".

Otra chica, que camina por la acera contraria a la primera, la observa y medita lo siguiente: "Me gustaría ser como ella. No parece que llegue a la treintena. Me gustaría llevar así una camiseta roja y caminar firme. Seguro que es una persona que está donde quiere estar.

Que envidia".
¿Qué pasará si un día nos paramos a pensar y descubrimos que, para los demás, somos la persona que siempre hemos querido ser? ¿Qué pasa si hemos llegado a ser quien siempre soñamos?

¿Qué sucederá cuando aceptemos que somos quien queremos ser?

Quizá... ¿seremos felices?

Recuerda que también puedes leer mi columna en El Día de Zamora

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