domingo, 11 de octubre de 2015

DE REGRESIÓN NADA


Si Amenábar quería jugar con el título de Regresión para dar a entender que volvía al suspense y tensión características de sus grandes obras, me temo que no lo ha conseguido.

A su favor he de decir que la pretensión de introducir al espectador en la idea del "miedo al miedo" y de la histeria colectiva es brillante y actual, y a ella están enfocados todos los elementos audiovisuales del largometraje: lluvias, cielos oscuros, coches que van de un lado a otro por carreteras solitarias y un etalonaje que juega magistralmente con los grises, verdes y azules creando una atmósfera muy cercana a The Killing o productos similares. Pero no es suficiente. 

Aunque Ethan Hawke desarrolla extraordinariamente su papel como detective al que el caso comienza a sobrepasar personal y mentalmente, es su caída a los infiernos el punto en el que el film empieza a decaer. El último tercio de la película se descontrola desmejorando todo lo conseguido en los minutos anteriores. Regresión nos tienta tan bien con aliento contenido, esperas que no acaban y una sentimiento de curiosidad extremo que la verdad no está a la altura de las espectativas generadas. 

Sobre Emma Watson ni puedo ni quiero pronuciarme porque su papel está muy desaprovechado. El tormento de su personaje bien podría dar lugar a escenas con más diálogo y tensión y, sobre todo, un poco más de acción y menos llanto. No obstante, es un gustazo saborear la química que Watosn logra con Hawke. Le auguro muy buenas oportunidades a este actriz, su talento es indiscutible.

Por el momento, yo me quedo con Tesis y Abre los ojos. Ahí está el auténtico Amenábar.



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